Muchos coronavirus patógenos del ser humano y de otros vertebrados proceden de diversas especies de murciélagos. Tanto SARS-CoV como MERS-CoV derivaron de virus de murciélagos, aunque antes de llegar al hospedero humano pasaron por hospederos intermediarios. En el caso del SARS-CoV-2 la secuencia de su genoma coincide en más del 96 % con la de un virus de murciélago, el SARSr-CoV RaTG13.
Los análisis genómicos sugieren que SARS-CoV-2 y SARSr-CoV RaTG13 comparten un ancestro común; a partir de los murciélagos reservorios, el virus que finamente ha infectado al ser humano debió utilizar un hospedero intermediario, siendo candidatos tortugas, pangolines y serpientes .
El virus del síndrome respiratorio agudo severo tipo 2 , conocido como SARS-CoV-2, se ubica taxonómicamente en la familia Coronaviridae.
El CORONAVIRUS SARS-CoV-2 es un nuevo tipo de coronavirus que puede afectar a las personas y que se detectó por primera vez en diciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, en China. La infección por este virus en un 80% de los casos produce síntomas leves respiratorios; sin embargo, puede presentarse en una forma severa o crítica y comprometer la vida del paciente.
Estructura molecular
Los coronavirus tienen forma esférica o irregular, con un diámetro aproximado de 125 nm. Su genoma está constituido por RNA de cadena sencilla, con polaridad positiva, y con una longitud aproximada de 30.000 ribonucleótidos. Poseen una cápside de simetría helicoidal, constituida por la proteína de nucleocápside (N). La proteína N es la única presente en la nucleocápside y se une al genoma viral en forma de rosario.
El primer paso de la infección por coronavirus es la entrada del virus en las células. El coronavirus SARS-CoV-2 entra en las células a través de la unión de una proteína de su superficie, la proteína S, con el receptor ACE-2 (enzima convertidora de angiotensina 2) de las células huésped. ACE-2 forma parte de una ruta bioquímica que interviene en la regulación de procesos como la inflamación o la presión sanguínea y su función habitual es modular la actividad de la angiotensina 2 para contrarrestar sus efectos dañinos.
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